El pésame de Rajoy
Mariano Rajoy recibe a Artur Mas y, siempre manteniendo las distancias que exige el protocolo, le musita, casi sigilosamente, con retranca gallega:
–Le acompaño en el sentimiento, señor President.
Como buen discípulo de su maestro, el catalán lo mira de soslayo y, al tiempo que le tiende la mano floja, deja caer con fingido pesar:
–Muchas gracias, señor Presidente. Salgo pitando, tengo que asistir al entierro.
–Entonces hágame un favor, señor Mas:
Pregunte al finado qué hacemos con el dinero que hemos encontrado…
–Ah, ya. Imagino que se refiere usted a las cuentas de la UDEF. Ja parlarem…
–De acuerdo, señor President, pero, si usted quiere, en el ínterin podemos empezar a prepararle el finiquito…
–Eso tengo que consultarlo con su viuda, doña Marta. En cualquier caso, como cosa nostra que es, se hará a casa nostra.
–Naturalmente, señor President. Buenas vacaciones…
–Bones vacances, señor Presidente.
–Una vez más, bones vacances…
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