Artículos del día 1 de septiembre de 2014

En la Cataluña profunda

Margarita, alma de ángel en cuerpo de mujer, me vehicula y me transporta a un lugar, ni rural ni urbano, de la Cataluña profunda.

Contemplo el paisaje y el paisanaje. Montañas de silueta alpina que ya conocía y  una comunidad humana ensimismada.

La curiosidad queda saciada con tres caminatas y una visita de cumplido al museo histórico de la localidad que lo es de la comarca y sus ancestros.

En la plaza bailan sardanas. Cuento las parejas. Diez, doce, catorce, no más. El rito tiene su encanto. Lástima que se esté perdiendo.

Diviso una pequeña jarca de hombres jóvenes y más bien fornidos que cuchichean, siempre ojo avizor, en un extremo de la plaza.

Son pacíficos y silenciosos. Eso me dicen. Y también  que están subvencionados por la Gene…

Silencio.

Hay moros en la costa.

Margarita me recuerda que es hora de volver.

Pienso que la Cataluña profunda es poco profunda. No da para grandes ensoñaciones. Sinceramente, aquí no hay quórum ni siquiera para una naciúncula.