La herencia de Jordi Pujol padre
Un día, de cuya fecha no quiero acordarme, Jordi Pujol fue a ver a su padre, el señor Florencio, y, tras saludarlo a la catalana manera, le comentó en tono entre filial y meloso.
—Pare, como usted sabe muy bien, yo me dedico a la política y, como usted sabe igualmente muy bien, la política no es una actividad para ganar dinero y hacerse rico en cuatro días, sino todo lo contrario. A pesar de ello, he conseguido escamotear unos calerons (dinerillos) que me gustaría poner a salvo para que, si un día me pasa algo, la Marta y nuestros hijos puedan salir adelante, al menos durante algún tiempo.
–Lo entiendo, fill meu, lo entiendo, pero ¿qué quieres que haga yo en ese asunto?
–Muy sencillo, pare. Conque ahora hay que hacerlo todo de acuerdo con las leyes de los de Madrid, he pensado que podemos hacer ver que esos dinerillos los he recibido de usted como parte de mi herencia. Será una herencia que no es herencia. Un asunto exclusivamente entre nosotros dos, como otras veces. Nadie tiene que saber nada.
–¿Ni siquiera la Marta?
–Ni siquiera ella. Ya me cuidaré yo de asabentarla (informarla) cuando convenga. Si es que conviene, pues justamente ahora la pobre está pasando lo suyo. Llevamos una temporadita que no me ve el pelo ni a la hora de cenar. Suerte de la secretaria que me han puesto los del Òmnium. Muchas noches nos quedamos a trabajar en la Generalidad y allí nos amanece.Todo por Cataluña…
–Lo sé, lo sé, fillet meu. Siempre pienso que eres un mártir, mártir por Cataluña, como tú dices. Pero ahora lo que toca es que te firme este papel, ¿no es así? Dinero no necesitas, ¿verdad, Jordi?
–Así es, pare. Mire, ponga su nombre y apellidos aquí, en la cruz. No hace falta que lo lea todo, son cosas de abogados, no se entiende nada. Ni falta que hace.
–Aquí tienes. Siempre dije que eras un chico muy espabilado…
Dit i fet, que quiere decir dicho y hecho.
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Considero que este relato de la herencia de Jordi Pujol es bastante más verosímil que el presentado por él en calidad de beneficiario,
e se non è vero, è ben trovato.