Artículos del día 18 de noviembre de 2014

Estado de derecho, economía y control

Entiendo, porque así me lo dicta la razón, que, en un Estado de derecho, todas y cada una de las actividades económicas, públicas y privadas,  que tienen lugar en el ámbito de su jurisdicción deben estar total y absolutamente  bajo el control real y efectivo de ese Estado y, concretamente, bajo el control y  la inspección de su Hacienda.

Entiendo, porque así me lo dicta la razón, que, en un Estado de derecho, todas y cada una de las actividades económicas, públicas y privadas, que tienen lugar en el ámbito de su jurisdicción y de hecho  no están total y absolutamente bajo la jurisdicción de ese Estado y, concretamente, bajo el control y la inspección de su Hacienda son actividades económicas manifiestamente delictivas.

Entiendo por actividad económica toda actividad en la que se mueve dinero o equivalente  entre un sujeto que lo entrega y un sujeto que lo recibe.

Entiendo que un Estado de derecho debe tener los mecanismos de control e inspección pertinentes para que así sea.

Entiendo que, en un Estado de derecho, tanto la falta de mecanismos de control e inspección de las actividades económicas como la inoperancia de los mecanismos de control e inspección de las actividades económicas son situaciones irregulares y, una vez probada su intención dolosa, actos delictivos.

Fiscales en rebeldía

Los fiscales de Cataluña se han plantado ante su superior jerárquico, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, y han hecho saber urbi et orbi  que no están dispuestos a actuar contra Artur Mas, presidente de la Generalidad.

Como no hay causa, causa finita. Errores de procedimiento, eso dicen. Ya veremos.

A mi modo de ver, se trata de un nuevo indicio, de un nuevo frente, pero de la misma enfermedad: la  deslealtad irreductible del separatismo catalán, irreductible por la vía de la justicia y la razón. Y, ahora, con todos los atributos de una conjura contra el Estado.

¿Qué hará el Estado español, qué hará el Gobierno de España, qué harán los españoles de España en esta situación?

No lo sé.

Aun así, una cosa me parece cierta: si España perdona la vida a los separatistas catalanes, ellos no se la perdonarán a España.