Los místicos y el papa Francisco
Quiero pensar/creer que los místicos no tienen personalidad, o sea, esa coraza con la que los seres humanos comunes nos vestimos y revestimos para constituirnos en personas, vernos y reconocernos, aparecer en público y comunicarnos con nuestros semejantes.
Pienso que de ahí arranca nuestra alienación, entendida como atributo inherente a nuestra existencia. ¿A toda existencia creada y contingente?
Y cuando digo alienación digo igualmente falsedad. Por alienado, el ser humano,¿todo ser vivo?, es irremediablemente falso.
Intuyo que, al no tener personalidad/coraza, los místicos están siempre desnudos (estado de gracia) y así comparecen ante Dios. De hecho, están permanentemente en su presencia (éxtasis).
Los místicos son diáfanos.
Para mí, diáfano es también Francisco, el papa que, por lo que intuyo, quiere sustituir el dogma por una solidaridad universal y -¡oh blsfemia!- laica como núcleo (hostia o eucaristía) del catolicismo.
¿Está ahí la supervivencia de la religión católica y, dejando a un lado las diferencias, de todas las religiones?