Consciencia alienada
Entiendo que la consciencia humana es la consciencia de un ser que es y existe para la muerte. Por eso mismo, consciencia alienada y, por eso mismo, consciencia desdichada y, por eso mismo, consciencia doliente.
Entiendo que la consciencia humana es la consciencia de un ser que es y existe para la muerte. Por eso mismo, consciencia alienada y, por eso mismo, consciencia desdichada y, por eso mismo, consciencia doliente.
Entiendo que Artur Mas, el Sucio, miente incluso cuando dice (formalmente) la verdad.
¿Por qué?
Sencillamente porque -claro está, a mi modo de ver-, su intención es siempre, siempre, engañar,
ya sea al que tiene enfrente y por encima como interlocutor/adversario/enemigo (v.gr., Rajoy en cuanto jefe de Gobierno de España),
ya sea al que tiene como aliado y compañero/enemigo de viaje a su derecha (v.gr., Duran i Lleida),
ya sea al que tiene como aliado y compañero/enemigo de viaje a su izquierda (v.gr., Oriol Junqueras),
ya sea a los que, sin conocerlos, ha decidido oprimir y manipular: v.gr., la charnegada de Connellá.
Entiendo que Artur Mas ha tenido mala suerte en este mundo y esta vida: ser y representar el papel de un miserable.
Una vez más, Margarita me acompaña y tira de mi cuerpo.
El cerebro, desubicado, me abandona y busca altura, que es también distancia.
Ha dejado de ser mío. Ahora está en la red.
Lo contingente se ha hecho virtual, lo virtual se ha hecho ubicuo,
La red es una red de redes; el universo, un universo de universos.
Margarita, ¿quieres venir conmigo?
Nota a pie de página
Lo que no existe no está en la red, lo que no está en la red no existe.
Quiero morir en España; no quiero que España muera conmigo.
Entiendo que el separatista catalán primero piensa la traición como objetivo final y estratégico; después, la trampa como coartada.
Pienso que el objetivo final y estratégico del separatista catalán es siempre el mismo, la traición; la trampa como coartada cambia o puede cambiar en cada momento y en cada situación.
Si embargo, entiendo que, a la hora de actuar, el separatista catalán primero urde y monta la trampa como coartada y después, siempre después, ejecuta la traición.
Entiendo que tanto el modus cogitandi como el modus operandi del separatista catalán son de origen fenicio e inspiración judía.
¿Puede engañarme y/o convencerme un separatista catalán?
Sí, con un acto sincero de lealtad a España.
6 de diciembre de 2014, Día de la Constitución.
Pedro Sánchez, bautizado en la prensa italiana como Pedro il bello, es el juguete –analfabeto y cabeza de mosquito– con cuya ayuda los separatistas catalanes piensan rematar la destrucción de España cuando llegue el momento.
Mientras tanto irán dorando la píldora y preparando la jugada.
Si les sale bien la jugada, ganarán.
Si les sale mal la jugada, cambiarán de bando y volverán a ganar.
La madre que los parió.
¿Puede aguantar tanta indignidad un español en su sano juicio?
Aprendo a ver y enseño a Margarita.
Ahora Margarita ve conmigo y yo con ella.
¿Consentirá el PSOE que los separatistas destruyan España y no pactará con el PP?
Deseo felices fiestas de Navidad y venturoso año 2015 a los separatistas catalanes, en especial a los residentes en Sabadell, en prueba de mi sincero agradecimiento.
Estoy convencido de que, al condenarme a muerte civil y mantenerme en esa situación durante más de treinta años, han contribuido decisivamente, de una parte, a que haya dedicado algo así como el ochenta por ciento de mis energías a mi mujer, Margarita, y a nuestros hijos, Ana y Miguel, y, de otra, a que ahora sea menos malo como persona.
Ellos y yo hemos sido y somos beneficiarios de esa medida suya.
Para mí, Catalunya (por Cataluña) es una suma de traiciones perpetradas en el tiempo y en el espacio.
Parece ser que caminamos inexorablemente hacia CATASPANYA.
Así lo decidieron un día quienes decidían y deciden.
Yo me quedo con Ortega:
«Cuando en el mundo sólo hubiera una solución,
siempre habría dos: esa y salirse del mundo».
España, España.
Entiendo que Podemos, discurso revolucionario, teórico y retórico, nacido en un aula universitaria y ensayado en un laboratorio contiguo, sólo se convertirá en movimiento social capaz de activar/reactivar las capas inferiores de nuestra sociedad si así lo deciden los que están en contra de toda subversión.
¿Y qué tiene realmente de subversivo, en un primer momento, un proyecto teórico y retórico de jóvenes profesores marxistas en este siglo XXI?
A mi entender, el futuro es, una vez más, historia y, una vez más, la historia ya está escrita.
A estas alturas resulta evidente que los separatistas catalanes llevan décadas maquinando el plan táctico-estratégico que, según ellos, debe llevarlos por la vía de la traición a la consecución de su objetivo capital: una Cataluña suprasoberana, dentro y fuera pero sobre todo por encima de una España reducida a la postre a un conglomerado de territorios teóricamente autónomos y en la práctica desprovistos de toda estructura de Estado.
Y, mientras tanto, ¿qué hace España y qué hacemos los españoles?
A mi entender, nada o muy poco; nunca lo suficiente para detener la conjura separatista y acabar de una vez por todas con los conjurados.
De hecho, mientras los separatistas llevan tiempo trabajando en una conjura centrada, en última instancia, en la destrucción de España, los españoles seguimos sin tener siquiera un plan para defenderla e impedirlo.
Eso me lleva a pensar que, muy probablemente, el futuro de España será decidido, una vez más, en el extranjero y por extranjeros y, por lo tanto, que para nosotros tendrá carácter de hecho consumado y, en consecuencia, de imposición inapelable.
Y aunque los separatistas, fieles a su estrella, sigan pensando que al final conseguirán engañar al mimísimo demonio y salirse con la suya, tal vez no esté demás pensar en el día después de la gran traición, pues si es verdad que los tiempos cambian también lo es que determinadas situaciones históricas tienden a repetirse inexorablemente, aunque sólo sea por la incapacidad del ser humano para aprender ciertas lecciones del pasado.
Entre esas lecciones aún no aprendidas abundan las que tienen un fin trágico para uno de los bandos, cuando no para los dos con todos sus contendientes, traidores y traicionados, habida cuenta de que, en última instancia, unos y otros son responsables de la traición.
En este caso se trata de la traición que probablemente decidirá el ser o no ser de España como nación.
Vae victis!
Desde los tiempos de Pasqual Maragall, hacedor del invento, entiendo que todas las terceras vías que han surgido aquende y allende el Ebro son una y la misma, pues todas ellas tienen sello catalán y en todas ellas ese sello termina por aflorar tarde o temprano.
En las últimas veinticuatro horas, Albert Rivera, ciudadano catalán, se ha referido a la España y los españoles de la tercera vía.
¡Ya era hora!
Imagino que, convencido de que con los vascones de Rosa Díez no hay nada que hacer, ha decidido cruzar el Ebro en solitario y plantarse en los Madriles, capital del mesetario país vecino, entre otras razones por el inminente desembarco del bolchevique Pablo Iglesias en el puerto de la Barceloneta.
Cabe pensar que, al menos en principio, nuestro marxista siglo XXI se dirigirá a los pobladores del cinturón rojo de Barcelona, pero, como el tal bolchevique es dirigido y presentado por servidores de la burguesía condal, uno tiene sus dudas de que el hombre se entere de la jugada, léase cambiazo.
Sí, Cataluña es una dictadura burguesa y los dirigentes de su comunidad de lengua española son, desde hace décadas, agentes de esa dictadura y esa burguesía.
No es fácil que el bolchevique Pablo Iglesias lo vea y, menos aún, que actúe en consecuencia.
Gorriarán, lo dicho: la política no está hecha para nosotros, y la catalana, menos que ninguna.
Hablo con un amigo situado políticamente en la derecha española o un poco más allá. El chico es inteligente, también listo.
Hasta ahora es para mí el primer y único español de estas tierras y estas costas (costas fenicias) que, a juzgar por sus palabras y sus sentimientos, sabe de qué trata exactamente la película del separatismo catalán y le duele.
La conjura y sus etapas. Táctica y estrategia. Objetivo y hoja de ruta. Agentes y actores, aliados y prosélitos. Masa ignoamorfa y todo un Ejército de mirones.
Un Ejército al que se paga por no hacer nada y para que no haga nada.
Lo dicho: Ejército de mirones.
Mi amigo me habla del modelo hebreo.
Sí, pero con una diferencia: los hebreos superaron, hace tiempo, el trauma del irredentismo con muchos de sus atavismos. Les queda el estigma-enigma de pueblo perseguido y pueblo elegido.
El caso es que los judíos ya tienen una patria, su patria. Una patria que, de momento, no es sólo de ellos.
Patria dividida, alma escindida.
Los de aquí se la están inventando (por entregas y en fascículos). Ya se han inventado una historia. Una seudohistoria con derrotas y frustraciones, pero también con su minimitología de sangre y fuego.
Cierto. Además, Cataluña e Israel tienen y mantienen desde hace tiempo relaciones de Estado a Estado.
Pueblos hermanos o hermanastros. Una conspi hecha de conspis podría unirlos en una joint venture por la supervivencia y algo más.
Aun así, de acuerdo con mi modo de ver, no son dos pueblos. A un lado hay una comunidad histórica –étnico-cultural-religiosa– y a otro lado una burguesía que, constituida en oligarquía político-financiera, parasita las instituciones públicas de la antigua Sefarad.
En cualquier caso, Israel ya ha reconocido el Estado Catalán, con el que colabora y al que presta asistencia en la creación de un Servicio de Inteligencia y unas Fuerzas Armadas a partir de una policía más autónoma que autonómica.
Eso significa, amigo mío, que la colaboración, nacida de una conspiración, lleva décadas en funcionamiento. Por supuesto, clandestino, pero cada vez menos.
¿Y el rey, nuestro Rey Felipe VI, qué hace?
Pues, más o menos, lo que hizo y no hizo Fernando VII el Deseado…
Entonces habrá que empezar a montar un Dos de mayo en toda regla.
No habrá un nuevo Dos de mayo, ni en toda regla ni en nada que se le parezca.
La conspi –nos están oyendo y escuchando– ha triunfado.
¿Definitivamente?
Así parece.
Y, como ha triunfado la conspi, ha triunfado, por derecho propio, la trincotraición implantada e institucionalizada, no ideada, por Jordi Pujol: trincar para la butxaca (bolsa, bolsillo, faltriquera) pero en nombre del país (el nostre) y sus familias (les nostres).
¿Y la independencia de Cataluña y sus colonias?
Esa vendrá con el pack de regalo y será mucho más que una independencia convencional.
Felipe VI el Sobrero lo sabe y calla.
Refranes de mi cacumen
El que sabe y calla, canalla.
El que sabe y, debiendo no callar, calla, recanalla.
Me pesa el alma,
me pesa el cuerpo,
me pesa el caos
de mi cerebro.
Todo me pesa
si no te tengo.
Mas, tú que naciste para traicionar a mi patria, avergüénzate de haber nacido.
Propongo que se te retire el pasaporte español y se te prive de la nacionalidad española.
Firmado: Ramón Ibero.