La envolvente separata
Me duele profundamente que un separatista como Salvador Sostres tenga su separata en ABC, periódico que vuelve a ser de todos los españoles, y cocine en ella su intriga personal contra el separatista Guardiola.
Biopic de mala baba y golpe de mano a traición. Lo suyo, lo de siempre.
Quiero creer que el catalán Sostres (Techos) ha tocado a un mismo tiempo techo y fondo y que, si vino a ABC con intención de quedarse a comer y para comer, no le va a resultar fácil conseguirlo.
Y no tanto porque tenga en contra el grueso del equipo de redacción, que probablemente lo tiene, cuanto porque su condumio informativo o periodístico es pobre en canti y en cali.
Pero aún hay algo más grave, infinitamente más grave. El tal Sostres pertenece a una subespecie autóctona y endémica que ahora se dedica a tareas tan patrióticas y lucrativas como denunciar a otros separatistas con el insano propósito de hacer méritos y preparar el patio para la envolvente.
De acuerdo con la historia y la experiencia nuestra de cada día, que el ejecutante sea Pujol, Maragall, Duran, Mas, Colau, Forcades o el abad de Montserrat afecta poco o nada a la normativa y la operativa.
Por lo que sé, en última instancia todas las traiciones de los separatistas catalanes –¿actos heroicos en honor de la patria?– responden al mismo esquema táctico-estratégico.
La envolvente es marca de la casa.
Considero que los españoles harían bien en verlo, aprenderlo y tenerlo en cuenta.
Muchos de los que aún vivimos y/o sobrevivimos en Cataluña se lo agradeceríamos.
Dicho sea sin pensamiento envolvente alguno.