De mi oda a España
En este aciago avatar de tu historia,
herida por hijos tuyos con alma de hiena,
siento un hervor de sangre en las venas
que me quita la razón y devuelve la memoria.
No me duele su última traición,
muestra sincera de su incurable cobardía,
me duele no responder a la porfía
luchando a muerte, sin pedir perdón.
Artículo sobre general escrito por el 20 de septiembre de 2015 y sin comentarios de momento.
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