Artículos del día 23 de abril de 2016

De la España invertebrada a la España desvertebrada pasando por la dictadura

Coincido con Ortega y Gasset en que la España que inicia el siglo XX es una España invertebrada.

Sociedad invertebrada, nación invertebrada; y viceversa.

A partir de ahí, entiendo y sostengo por mi cuenta y riesgo  que la sublevación/intervención  de Franco es un intento de vertebrar la nación española, instituciones y sociedad civil, manu militari.

Terminada la contienda, esa misma sociedad civil, constituida oficialmente en pueblo español,   aclama al vencedor y se somete unánime y jubilosamente  a su dictado.

Sí, sí, unánime y jubilosamente.

Es la hora gloriosa y triunfal de los militarismos. Esos militarismos, con sus variantes y sus modalidades, encarnan el espíritu de la época.

Como no podía ser por menos, la burguesía en bloque, sin distinción de  credo,  lengua, ideología  y parcela geográfica, abraza el nuevo evangelio y se integra en la estructura de poder triunfante.

Y, como no podía ser por menos, sobrevive al régimen y lo traiciona.

Para las burguesías periféricas –ahora, sí, cada una ellas con su identidad propia y diferenciada–, la «lucha» contra el franquismo y su herencia es la lucha contra España, contra todo lo español, contra todos los españoles.

Su objetivo  es desvertebrar España y demolerla para, acto seguido, dominarla.

España es una entelequia; el pueblo español, una imagen retórica inventada por el franquismo.

En última instancia, esas burguesías, sedicentes modernas y democráticas,  que ahora declaran no sentirse españolas aspiran a suplantar a la burguesía castellana, de estirpe feudal, y apoderarse de todos los territorios de la Iberia histórica.

En esas están.

Y los españoles sin enterarse.

Pregunta: ¿la sublevación de Franco evitó la destrucción de España o la retrasó?