Vasconia y Cataluña: dos sociedades, cuatro comunidades
Por lo que sé, la sociedad vasca está formada actualmente por dos comunidades sociopolíticas de desarrollo vertical; dos comunidades diferenciadas y, a partir de la dictadura de terror impuesta por ETA, enfrentadas.
Aun así, quiero pensar que, grosso modo, esas dos comunidades siguen siendo homólogas en su composición/distribución social y comparables e incluso equiparables en número.
Eso sin olvidar que, aquí, ser y declararse español fue durante mucho tiempo un suicidio y aún hoy constituye en ocasiones un acto de heroísmo.
De hecho, la imagen de ETA sigue actuando todavía, a un mismo tiempo, como paraguas protector y sombra amenazadora.
Naturalmente, por barrios.
En cualquier caso parece evidente que ese modelo sociopolítico es fruto del carácter vasco.
Fruto y semen. Semen y fruto.
¿La lengua o el río Nervión como línea divisoria?
En Cataluña, la lengua sí es claramente la línea divisoria de sus dos comunidades.
Elegido por la burguesía regional (¿tengo que decir autonómica?) como lengua propia y preferente, el catalán ha dejado de ser una lengua minoritaria con poco gancho y menos futuro para convertirse en la lengua oficial, y pronto única, del país.
Este país que es Cataluña también tiene dos comunidades, pero son dos comunidades politicolingüísticas de desarrollo horizontal o, más exactamente, estratificado.
Los estratos o capas inferiores corresponden, como cabe imaginar, a la comunidad de lengua española y sentimiento español (sentimiento a menudo difuso y deliberadamente difuminado).
Los estratos medios corresponden lógicamente a las clases medias, desde los pequeños empresarios hasta los docentes y el clero, pasando por los tenderos o botigers.
Ése es hoy el predio del catalanismo clientelar promovido y financiado con más entrega y generosidad por la Generalidad a través de su inmensa red de acción y protección.
Aquí es parla català.
Esto me lleva a recordar que, tanto en Cataluña como en Vascongadas, la payesía es una especie protegida por su alto valor simbólico, ¿y testimonial?
Donde termina el catalanismo clientelar empieza la sociedad abierta, estrato superior de la población de Cataluña formado, en líneas generales, por empresarios e intelectuales que pueden permitirse el lujo (y/o la osadía) de actuar y pensar por su cuenta, al margen de las directrices –con sus prebendas y sus castigos– difundidas e impuestas por la Generalidad a través de sus agentes institucionales y humanos.
Como puede verse, la organización/distribución de la sociedad de Cataluña responde al modelo sandwich, expresión a su vez del carácter catalán y sus sinuosidades.
¿Que dónde coloco a los pobres que se hallan en situación de muerte civil?
Esos no están en el sandwich.
Cataluña es hoy una dictadura burguesa.
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