¿Vuelta al bipartidismo y más allá?
A mi entender es posible, incluso probable, que, en España, la radicalización de la izquierda provoque un efecto rebote y tenga como consecuencia inmediata el reforzamiento de nuestra derecha tradicional.
Eso significaría en definitiva volver al bipartidismo histórico o, al menos, alumbrar un bipartidismo de nuevo cuño pero claramente polarizado.en torno a una derecha con manifiesta vocación conservadora y una izquierda nacida de una amalgama ideológica y orientada a una sociedad caótica y anarquizante.
La historia –siempre diferente y siempre igual– se despliega en ciclos y se repite en ciclos.
Estamos de nuevo en los años treinta del siglo XX. La Segunda República es un rotundo fracaso para España y los españoles, y, por encima de todo, una lección que deberíamos tener presente en estos momentos en los que, de acuerdo con un buen número de indicios, volvemos a jugar con fuego.
O, lo que viene a ser igual, volvemos a asomarnos al abismo.
Mi deseo ferviente como español es que la derecha se libere de su endémica corrupción y la izquierda adquiera un sentido de Estado que le permita acceder al poder con garantías de que no va a caer de nuevo en sus errores históricos: caos y deslealtad.
Entiendo que Mariano Rajoy, atenazado por sus complicidades, encarna un pasado que debemos superar limpiamente y Pablo Iglesias, falso socialdemócrata esclavo de su ambición, nos propone un futuro que ni merecemos ni nos conviene.