Hacia una España sin españoles
Considero que, dada su aberrante complejidad, la situación actual de España se presta a todo tipo de análisis y conclusiones.
Complejidad aberrante pero conocida y padecida en varias ocasiones. Todos contra todos, porque son muchos los que, una vez más, están convencidos de que cuanto peor, mejor.
Entiéndase: cuanto peor para España, mejor para la causa de esos muchos..
¿Se saldrán esta vez con la suya?
En general los que hablan en público de lo público invocan los derechos de sus respectivos partidos y votantes. Alguna alusión tímida, ni convencida ni convincente, al interés general, término y concepto importados y, para mí, carentes de semen.
No lo dijo Nietzsche, pero podría –¿debería?– haberlo dicho: el semen es el ser humano: cuerpo y psique.
Prácticamente ninguna alusión a España como patria de todos los españoles, siempre por encima de las ideologías, de todas las ideologías.
Eso significa para mí que a este atormentado país le faltan paisanos con sentido de Estado y sentimiento patriótico.