España: el dictamen del jugador de ajedrez
Hace años, un viejo aficionado al ajedrez me comentó después de observar y estudiar una partida:
«Para llegar a esa posición, el conductor de las piezas blancas tiene que haber jugado necesariamente muy mal».
Durante los últimos tiempos me he acordado muchas veces de las palabras del viejo ajedrecista y he llegado a la conclusión de que los españoles hemos debido de actuar necesariamente muy mal para llevar a España a la situación en la que se encuentra actualmente.
El diagnóstico es aterrador: caos político e ingobernabilidad. Falta el caos económico, que, para mí, está al caer.
Ante ese panorama, hago mías las palabras de otro aficionado al juego-ciencia (he dicho juego, no deporte): «Yo pierdo muchas partidas por ver más que mis contrincantes».
La partida de España la doy por perdida y, con ella, doy por perdida también la mía.
¡Viva España! ¡Arriba España!