PSOE: ideología e identidad
Considero que el PSOE lleva tiempo sometido a tensiones bipolares que, como no podía ser por menos, han terminado por horadar su núcleo doctrinal y debilitar su cuerpo social.
De momento.
Es sabido que, para permanecer vivo y activo, todo organismo necesita tensión, pero esa tensión debe respetar siempre los límites que le imponen la biología y la economía.
De hecho, no hay organismo vivo sin superávit energético. Y, dicho sea de una vez por todas, sin superávit energético no hay amor (de envergadura).
En estos momentos, nuestro PSOE bascula entre el polo histórico y conservador de sus viejas glorias, patroneado por Felipe González, y el polo rupturista de última hora, protagonizado en la escena por el galán Pedro Sánchez.
Lamentablemente, ese galán, conocedor de sus propias carencias y debilidades, ha buscado el apoyo de los podemitas del ambicioso Pablo Iglesias, quien, siguiendo una tradición histórica de infausta memoria, está dispuesto a entregar las llaves del Reino de España a la muy desleal burguesía catalana en nombre de la doctrina bolchevique de la liberación/emancipación de los pueblos.
En cualquier caso, lo cierto es que estamos ante una burguesía doblemente desleal a los trabajadores: desleal por clasista/elitista y desleal por antiespañola.
Pero, según parece, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no lo saben o, lo que es muchísimo más grave, lo saben y no les importa.
Para completar el cuadro podemos añadir que hace ya tiempo que Felipe González, patrón del polo histórico y conservador de las viejas glorias socialistas, se dejó cautivar por los encantos de la vida cómoda y, al aburguesarse, perdió a la vez buena conciencia y autoridad.
En esas circunstancias y dado que de lo que se trata en definitiva es de defender una vez más la unidad de España y romper el frente formado por una izquierda desnaturalizada y una burguesía tan desleal como la catalana, me parece bien utilizar como punta de lanza a Rodríguez Ibarra y Fernández Vara, pues siempre he pensado que los extremeños semos cazurros, ingenuos y leales.
Nota
Si hablo de una izquierda desnaturalizada es porque entiendo que esa izquierda se pone al servicio de una burguesía reaccionaria y, juntas, izquierda y burguesía promueven la división y el enfrentamiento de la sociedad.
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