De Iceta al abad de Montserrat
Considero que si un separatista catalán te dice que no es separatista debes creer sus palabras, pero, al mismo tiempo, tener siempre presente que es y probablemente va a seguir siendo separatista en su comportamiento.
El separatista catalán compra y vende con palabras, pero traiciona con hechos. Nos lo enseña la historia.
Lo dicho es válido referido a Miquel Iceta, personificación de la perfidia y la deslealtad; recaba los votos de los trabajadores españoles de Cataluña y se los entrega a la burguesía separatista.
¿Y referido al abad de Montserrat?
Los designios de Dios son inescrutables.
Nota
A mi entender, la religión -cierta interpretación de la religión para consumo familiar y casero- forma parte del aparato ideológico de la pequeña burguesía catalana; en mayor o menor medida, de todas nuestras pequeñas burguesías.