Catalan politics and catalan policy. Los envolventes envueltos: de Maragall a Borrell pasando por Pujol e Iceta
Aquí y ahora entiendo por catalan politics la política catalana en su conjunto, mientras que catalan policy es para mí la gestión política ejecutada por catalanes.
Universo semántico y modi operandi.
En este caso, el universo semántico puede remitir, según se quiera, a Cataluña como entidad propia, independiente y, por lo tanto, separada de España o a Cataluña como parte integral y orgánica de España.
Evidentemente, los modi operandi de los catalanes en política varían en función de su autoconciencia nacional y su identidad política, pero en estos momentos a mí sólo me interesa uno de ellos; el modus operandi que he llamado «envolvente catalana» por entender que define y sintetiza muchas de sus maneras de actuar.
Como ya he dicho alguna vez, la envolvente catalana es deudora del juego dialéctico de la puta i la Ramoneta, ancestral y autóctono, y, más allá de geografías y demografías, guarda relación con recursos tácticos tan difundidos como el abrazo del oso y el caballo de Troya, aunque, por lo que sé, fue ideada por Pasqual Maragall, que la puso en práctica por primera vez en el ámbito de la política española.
Nuestra democracia está viciada, pues, ab origine.
En concreto, idea de Maragall fue recluir, ya en los albores de nuestra precaria democracia, al grueso mayoritario y más bajo de la comunidad de lengua española de Cataluña en el PSC, Partido de los [falsos] Socialistas de Cataluña, dirigido y controlado por una rama o facción de la burguesía autóctona. Además del mencionado Maragall, allí estaban los Obiols, los Salas, los Zaragozas e tutti quanti. Los recluidos -dicho sea por enésima vez- tenían derecho de voto pero les estaba vedado y vetado decidir y elegir a sus representantes, lo que permitía a la dirección hacer política separatista y antiespañola con los votos de los obreros españoles de Cataluña.
A pesar de que hace ya tiempo que los dirigentes del PSOE fueron informados del fraude y a pesar de que el PSC es hoy una formación desacreditada y residual, Miquel Iceta, su pérfido y desleal líder actual, sigue aferrado al mismo modelo operativo: hacer política antiespañola con votos españoles.
Pero, además, el esquema de ese modelo operativo ha sido aplicado casi indefectiblemente en todas las relaciones/transacciones de los separatistas catalanes con el Reino de España y sus representantes. Por la envergadura de la operación/transacción/traición, su ejemplo más destacado fue sin duda el protagonizado por Jordi Pujol y, de momento, el último parece que va a ser el liderado por Josep/José Borrell, hombre que, después de decenios de aparente lealtad a España y al PSOE, se define ahora como valedor de la tercera vía.
¿Cuántas terceras vías se han presentado en el mercado de la política española durante los últimos cuarenta años? ¿Qué vendían y qué compraban?
A mi modo de ver, lo más aleccionador del caso es comprobar ahora que la burguesía catalana, inventora y beneficiaria capital del mencionado modus operandi, ha terminado atrapada en su propia trampa y sus representantes han pasado de envolventes a envueltos.
Convergencia y Unión ha dejado de existir como formación política, Jordi Pujol ha desaparecido incluso del mapa demográfico de Cataluña, al igual que Pasqual Maragall, y, al margen de lo que ordene y mande el PSOE, el PSC es ahora sigla y esquela mortuoria de una banda de traidores.
¿Falta ver qué pretende el ambiguo y doble José/Josep Borrell con su tercera vía?
Catalan politics and catalan policy, my friend.
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