Artículos de noviembre de 2016

Catalan politics and catalan policy. Los envolventes envueltos: de Maragall a Borrell pasando por Pujol e Iceta

Aquí y ahora entiendo por catalan politics la  política catalana en su conjunto, mientras que catalan policy es para mí la gestión política ejecutada por catalanes.

Universo semántico y modi operandi.

En este caso, el universo semántico puede remitir, según se quiera,  a Cataluña como entidad propia, independiente y, por lo tanto, separada de España o a Cataluña como parte integral y orgánica de España.

Evidentemente, los modi operandi de los catalanes en política varían en función de su autoconciencia nacional  y su identidad política, pero en estos momentos  a mí sólo me interesa uno de ellos; el modus operandi que he llamado  «envolvente catalana» por entender  que define y sintetiza muchas de sus maneras de actuar.

Como ya he dicho alguna  vez, la envolvente catalana es deudora del juego dialéctico de la puta i la Ramoneta, ancestral y autóctono,  y, más allá de geografías y demografías,  guarda relación con recursos tácticos tan difundidos como el abrazo del oso y el caballo de Troya,  aunque, por lo que sé, fue ideada por Pasqual Maragall, que la puso en práctica por primera vez en el ámbito de la política española.

Nuestra democracia está viciada, pues, ab origine.

En concreto, idea de Maragall fue recluir, ya en los albores de nuestra precaria democracia, al grueso mayoritario y más bajo de la comunidad de lengua española de Cataluña en el PSC, Partido de los [falsos] Socialistas de Cataluña, dirigido y controlado por una rama o facción de la  burguesía autóctona. Además del mencionado  Maragall, allí estaban los Obiols, los Salas, los  Zaragozas e tutti quanti.  Los recluidos -dicho sea por enésima vez- tenían derecho de voto pero les estaba vedado y vetado decidir y elegir a sus representantes,  lo que permitía a la dirección hacer política separatista y antiespañola con los votos de los obreros españoles de Cataluña.

A pesar de que hace ya tiempo que los dirigentes del PSOE fueron informados del fraude y a pesar de que el PSC es hoy una formación desacreditada y residual, Miquel Iceta, su pérfido y desleal líder actual, sigue aferrado al mismo modelo operativo: hacer política antiespañola con votos españoles.

Pero, además, el  esquema de ese modelo operativo ha sido aplicado casi indefectiblemente en todas las relaciones/transacciones de los separatistas catalanes con el Reino de España y sus representantes. Por la envergadura de la  operación/transacción/traición, su ejemplo más destacado fue sin duda el protagonizado por  Jordi Pujol  y, de momento, el último parece que va a ser el liderado por  Josep/José Borrell, hombre que, después de decenios de aparente lealtad a España y al PSOE, se define ahora como valedor de la tercera vía.

¿Cuántas terceras vías se han presentado en el mercado de la política española durante los últimos cuarenta años? ¿Qué vendían y qué compraban?

A mi modo de ver, lo más aleccionador del caso es comprobar ahora que la burguesía catalana, inventora y beneficiaria capital del mencionado  modus operandi, ha terminado  atrapada en su propia trampa y sus representantes han pasado de envolventes a envueltos.

Convergencia y Unión ha dejado de existir como formación política, Jordi Pujol ha desaparecido incluso del mapa demográfico de Cataluña, al igual que Pasqual Maragall, y, al margen de lo que ordene y mande el PSOE, el PSC es ahora sigla y esquela mortuoria de una banda de traidores.

¿Falta ver qué pretende el ambiguo y doble José/Josep Borrell con su tercera vía?

Catalan politics and catalan policy, my friend.

Rajoy y su nuevo gabinete

Tengo a Mariano Rajoy por un hombre fofo con alma de funcionario y subalterno. Un quídam le dice a la cara «Usted, señor Rajoy, no es decente», y él, con careto de interfecto, le replica, más o menos, «Es usted una persona vil», no rechaza la acusación por infundada y, en consecuencia, calumniosa.

Naturalmente, ni pide explicaciones ni exige responsabilidades.

Mariano Rajoy aguanta lo que le echen y al final se sale con la suya. El precio no cuenta. Ahí está de nuevo con su equipo titular centrado en esa muchacha todoterreno llamada Soraya, el europeo De Guindos y el contable Montoro. ¿Y el florero en el ministerio de Indefensa? Eso es una afrenta al Ejército de mi patria, que ya no es ejército y, de momento, sigue siendo mi patria.

Por lo que veo y entiendo, el nuevo gabinete carece de entidad individual y colectiva, naturalmente también de cohesión.

Habrá que esperar, no hay más remedio.

En cualquier caso, yo, en su lugar, habría distinguido y establecido como mínimo tres campos de gestión: Estado con interior y exterior, Sociedad y Economía.

Evidentemente, para rellenar esos campos debería estudiármelo mucho, pero ya ahora tengo tres ideas claras: en Interior pondría al catalán Javier García Albiol, junto con la mencionada muchacha todoterreno; en Sociedad daría juego a los hombres más leales del PSOE y Ciudadanos, y en Economía seguiría confiando en el contable Montoro, convencido de que con trabajo y dinero el capitalismo es menos abusivo y más llevadero.

A decir verdad, lo que me gustaría realmente en estos momentos es sumergirme en la locura y alimentarme de música. Como entrante elegiría un Concierto de Aranjuez para guitarra, sin acompañamiento, sólo música interior.

Imaginar otra España es posible.

Miquel Iceta

Miquel Iceta miente,

los españoles sabemos que miente,

Miquel Iceta sabe que los españoles sabemos que miente,

aun así, Miquel Iceta miente

y, probablemente, seguirá mintiendo.

Dictamen

Falsedad irreductible y, en razón de los antecedentes y el estado actual del sujeto, prácticamente incurable.  El único tratamiento conocido hasta ahora es su ingreso en la vida política, departamento de socialismo catalán. La experiencia nos dice que aquí su estado general no mejora, pero el sujeto mantiene e incrementa su buena conciencia (falsa buena conciencia).

Cataluña, 1978: conjura, dictadura burguesa y muerte civil

Probablemente sin quererlo, Miguel Iceta ha señalado el año 1978 como punto de partida de la conjura secesionista.

Conjura secesionista para toda España y todos los españoles a partir de Cataluña.

Pasqual Maragall, apostado desde un principio en la izquierda por razones táctico-estratégicas convenidas, entrega el poder a Jordi Pujol, que pone en marcha el proceso para instaurar una dictadura burguesa en Cataluña.

Dictadura bajo apariencia democrática.

Pujol gobierna, Maragall  cuida, entre otras cosas, de que la grey charnega no abra la boca y, juntos, Pujol y Maragall  consiguen que en Cataluña la política la hagan sólo los catalanes: tanto para los catalanes como para los no catalanes, tanto de izquierdas como de derechas.

Y es sabido que, para un separatista, catalán es él y el que él dice y decide que es catalán.

Pero la realidad social nos  demuestra  que en Cataluña también hay españoles, y muchos. De hecho, en estas tierras hay –¡sigue habiendo!– una comunidad de lengua y sentimiento españoles, junto a una comunidad de lengua catalana y sentimiento tendencialmente catalanista-independentista.

La comunidad de lengua española es aún hoy claramente mayoritaria frente a la comunidad de lengua catalana; como mínimo, en una proporción de cuatro a tres.

No obstante, a poco de poner en marcha su conjura, los líderes de la comunidad catalana consiguen apoderarse de todos o casi todos los resortes de poder y representación democrática de Cataluña. La representación de esta comunidad en las instituciones públicas es de un ochenta a un noventa por ciento del total, frente al diez o quince por ciento de la representación de la comunidad de lengua española, cuya existencia, por lo demás, nunca será reconocida oficialmente.

En el primer caso, la representación va claramente en aumento y aspira al copo, mientras que, en el segundo, la representación decrece a ojos vista y está amenazada de eliminación-extinción.

Estamos, pues, ante un caso flagrante de fraude institucional, en razón del cual podemos y debemos declarar que, en nuestra opinión y de acuerdo con los hechos,  todas las instituciones de Cataluña creadas a partir de la Transición democrática son ilegítimas y, en rigor, ilegales.

Siguiendo con su política totalitaria y delictiva, los líderes catalanistas de izquierdas y derechas han ido marginando de manera sistemática a los miembros de la comunidad de lengua española y han puesto todos sus medios para reducir este colectivo  a la condición de masa amorfa, huérfana de cabezas pensantes y, en consecuencia, carente de  conciencia propia y  señas de identidad intelectuales, culturales y políticas.

¡Genocidio sociopolítico y cultural!

Aquí, la eliminación de las cabezas pensantes contrarias al catalanismo secesionista se ha llevado a cabo por los procedimientos  propios de las dictaduras históricas convencionales, pero, dado que en su caso se ha excluido desde un principio el asesinato físico de los disidentes más peligrosos, se ha optado, en su lugar,  por la muerte civil.

Sobrevivir en situación de muerte civil significa verse excluido de la sociedad, del mundo laboral, del mundillo intelectual, del entorno vecinal, también del entorno familiar, con posible/probable ruptura del matrimonio. A eso hay que sumar en muchos casos el rechazo público y ostensible (escenificado) con provocaciones-trampa e intentos de agresión por parte de personas a las que ni siquiera has visto en tu vida pero que te conocen y conocen tus insolentes andanzas sobre el papel y el teclado del ordenador. De hecho, los que te vigilan, acechan, siguen y persiguen son por lo general personas (aparentemente) ajenas a la política y, en ocasiones, alejadas del independentismo. Actúan como tontos útiles y se diría que sólo pretenden congraciarse con la nueva clase dominante y, en no menor medida, hacer méritos.

Sobrevivir en situación de muerte civil significa sencillamente no tener derechos civiles.

Mal que te pese, eres un enemigo público. ¿Padeces manía persecutoria? Terminarás en un psiquiátrico.

Socialismos. (A mi padre)

Entiendo que el socialismo nace de la unión y busca la unión a través de la unión.

De la unión germinal a la unión total y utópica a través de la unión instrumental.

Históricamente, de la aldea a  la ciudad a través del taller y  la fábrica. (Añádase, si se quiere, el polígono industrial).

Entiendo asimismo que sin unión no hay socialismo y que tanto la división como la desunión son antisociales y antisocialistas.

De acuerdo, no toda  unión es socialismo, de la misma manera que no toda paz es convivencia.

Entiendo por último que sólo los partidos políticos que, además de nacer del pueblo y  en el pueblo, se mantienen lealmente fieles a sus orígenes son sociales y socialistas. Lealmente fieles significa para mi fieles  a su programa y, por lo tanto, fieles a la sociedad.

Por todo ello entiendo que España necesita ahora y siempre un Partido Socialista que haga honor a su trayectoria histórica y a su programa social, un programa social permanente y permanentemente actualizado.

Alienaciones

Si entiendo que la vida en todas sus formas es alienación y la muerte en todas sus formas es el fin de esa alienación, ¿por qué reclamo constantemente la muerte de la muerte?

PSOE-PSC: más allá de las traiciones

Considero que, a fin de cuentas, el PSOE del gestor Javier Fernández ha cedido y se ha plegado a las exigencias del PSC o, más concretamente, de Iceta.

Debilidad y cobardía frente a deslealtad y perfidia.

A mi entender, Iceta, el catalán de las tretas, ha tirado de farol y con llantos y amenazas se ha impuesto una vez más in extremis a un Partido que no sólo ha dejado de ser Socialista, Obrero y Español sino que además –y eso es para mi lo peor– no consigue enderezar el rumbo que perdió hace décadas.

Parece evidente que para enderezar el  rumbo ese partido debería abandonar cuanto antes las peligrosas aguas de la interinidad, tan caras a los pescadores furtivos,  y recuperar, con su programa social, la sociedad de su programa.

Pienso en nuestros padres y sueño con un partido que agrupe de nuevo a toda la izquierda española en torno a un programa social único y diáfano.

Socialismo es, ante todo, unión.

Pregunta a Iceta

Dime, Iceta, ¿es acaso tu nación la nación de los españoles que votan PSC o de los integrantes de la comunidad de lengua y sentimiento españoles de Cataluña?

¡Anda y vótate a ti mismo!

Josep/JoséBorrell, el economista timado

Me malicio que a estas alturas de la operación y la contraperación, o sea, semanas después de comparecer en la escena pública como valedor/beneficiario de una nueva y última tercera vía,  Josep/José Borrell, doctor en ciencias económicas, es un cadáver político.

Parece ser  que, en atención a su personalidad y su curriculum,  el hombre había sido designado para capitanear una operación de alcance estatal y transcendencia  histórica, de acuerdo con la cual el susodicho debía pasar de  la dirección del PSC a la dirección del PSOE y de aquí, cuando la breva estuviera madura, a la dirección del gobierno de España.

En definitiva se trataba, se trata y se tratará de  colocar a un separatista catalán al frente del Ejecutivo español y, partir de ahí, establecer relaciones bilaterales de igual a igual, de hermano a hermano, entre los dos estados.

De momento no va a ser así. El plan/conjura deberá esperar a que se den las condiciones objetivas (Marx dixit) y, mientras tanto, Borrell y los suyos, que no son los nuestros, tendrán que  seguir  con sus intrigas y sus conjuras.

Según los diarios, nuestro doctorado socialista  ha estado envuelto últimamente  en operaciones propias de la llamada  economía especulativa, una de ellas con visos de  tocomocho.

¿Un doctor en ciencias económicas al que han timado ciento cincuenta mil euros en una operación financiera claramente especulativa?

Si es así, me inclino a pensar que el economista es un primo.

¿Nación de naciones?

Entiendo que lo que ahora se llama nación de naciones es lo que a lo largo de la historia se ha conocido como imperio.

Esa misma historia nos enseña también que el  fin de todo imperio es la desintegración.  Marx y sus epígonos lo refrendan.

 

Cataluña: sociedad, nación y referéndum de independencia

Entiendo que Cataluña es hoy una sociedad integrada por dos comunidades político-lingüísticas: una comunidad mayoritaria de lengua española y sentimiento español, y una comunidad minoritaria de lengua catalana y sentimiento tendencialmente catalanista e independentista.

La primera comunidad cuenta con cuatro millones y medio de hablantes y la segunda comunidad con tres millones de hablantes sobre una población total de 7.500.000. Proporción: 60 a 40.

A pesar de que en Cataluña la comunidad de lengua española es claramente mayoritaria,  su existencia nunca ha sido reconocida oficialmente y, en consecuencia, tampoco lo han sido sus derechos y sus obligaciones individuales y colectivos.

En realidad, la comunidad de lengua catalana acapara, casi en su totalidad y en solitario, los resortes de poder y las instancias de representación democrática de la administración autonómica, y, de hecho, aquí la política, entendida a la vez como politics y policy,  la hacen los catalanes, tanto para ellos como para los demás.

A mi modo de ver, eso significa que Cataluña está sometida hoy a una dictadura –una dictadura burguesa por más señas– con una comunidad minoritaria, supremacista y opresora, y una comunidad mayoritaria, despojada de sus derechos y oprimida.

Si eso es así y si, como parece, cada una de esas dos comunidades político-lingüísticas tiene su propio sentimiento de pertenencia nacional, ¿puede imponerse la comunidad minoritaria en un referéndum por la independencia de Cataluña mínimamente democrático?

Contesta, Iceta, a ver si por una vez dices lo que piensas y sabes.

¿Posverdad o verdad posfáctica?

Considero que, independientemente de que en inglés se diga post-truth o post-factual truth, en español lo correcto podría ser verdad posfáctica. De ese modo se haría referencia explícita a una verdad previa de naturaleza objetiva.

En cualquier caso, posverdad me suena muy mal  y no me parece un término idóneo.

Mensaje del PSC a los españoles

Las últimas maniobras y declaraciones de varios líderes del PSC pueden interpretarse  como un mensaje dirigido no a la dirección del PSOE sino al Gobierno de España y a todos los españoles sin distinción de credo ideológico. En síntesis, ese mensaje dice más o menos.

«Os pongáis como os pongáis, vais a tener que aceptar y cumplir  las condiciones (órdenes) que os hemos impuesto, y, además, os conviene hacerlo, pues nunca conseguiréis liberaros de la tenaza con que os tenemos cogidos y los que vengan detrás de nosotros, que con toda seguridad  vendrán, van a tener aún menos miramientos con vosotros y con España».

Advertencia

 García Margallo había recibido y aceptado el encargo de dinamitar el núcleo duro del antiseparatismo en el Gobierno de España y facilitar la internacionalización del problema vasco-catalán. Ahora, en otro plano, sigue adelante con su labor. Es un elemento activo de la envolvente catalana.

A Rita Barberá, in memoriam

Dentro del respeto debido a los difuntos, me atrevo a decir que Rita Barberá ha muerto en combate bajo el fuego cruzado de amigos y enemigos.

Que descanse en paz.

Díaz-Iceta, una partida con las cartas marcadas

Cabe pensar que la lozana andaluza quiere conseguir no sólo el apoyo de Iceta sino también y sobre todo que éste deje de prestar apoyo a Pedro Sánchez.

La promesa la puede dar por hecha. Con ello el catalán se habrá asegurado por algún tiempo  su supervivencia política y la de su partido, partido ficticio o carcasa ruinosa de partido que se mantiene aparentemente con vida  gracias a uno de esos milagros que hoy en día nos proporcionan los medios de comunicación.

Sin olvidar, claro está, las intrigas.

Iceta es una ficción y el PSC es otra ficción, ficciones político-sociales, por supuesto. Pero el caso es que la cosa funciona y probablemente seguirá funcionando mientras haya personas ambiciosas –llámense Sánchez o Díaz– dispuestas a pagar los servicios de oportunistas y  traidores.

En definitiva están jugando una partida con las cartas marcadas. Es como si se dijeran recíprocamente al oído: «Tú me engañas a mí, que no me engañas,  y yo te engaño a ti, que no te engaño, y los dos contentos».

Fidel Castro

Veo a Fidel Castro ante todo como encarnación de esa pequeña patria que decide plantar cara, en sus propias narices, a Estados Unidos, potencia imperialista.

Que haya conseguido la plena alfabetización de una sociedad primitiva y desigual y  además la haya dotado de una sanidad pública universal  son para mí logros definitivos del Fidel idealista y visionario.

Y, si ya en vida ha sido un mito, quiero pensar que ese mito va seguir vivo tras su muerte.

Más allá de Fidel Castro y la Revolución

Cabe pensar que, muerto Fidel Castro, la Revolución continuará su marcha, siempre a la espera de su hora.

El líder e ideólogo cubano murió fiel a sus convicciones; cumplió con su deber e hizo  su parte.

Parece ser que ahora se va a reanudar una vez más la historia —post-truth?—  y es probable que se reactive o, al menos, que se intente reactivar la Revolución en Cuba y su zona de influencia/dependencia ideológica.

Entiendo por Revolución la suma de todas las revoluciones inspiradas en una solidaridad humana universal, revoluciones que pueden verse como necesarias o, al menos, convenientes para acabar con la explotación humana en muchas de sus formas más injustas y lacerantes.

Pero, de momento, no parece que esas revoluciones vayan a acabar con el capitalismo, que, aprendiendo de errores propios y ajenos, sabe adaptarse a cada nueva situación y mejorar así su capacidad de supervivencia y sus expectativas de vida.

En resumidas cuentas, parece que ahora ni es posible la Revolución ni hay una alternativa válida y viable al capitalismo a través de revoluciones nacionales y/o regionales.

Hablo de una alternativa menos mala, menos injusta en la práctica.

Claro, claro, muerta la Revolución con todas sus revoluciones, aún nos queda la socialdemocracia. Pero, ¿quién puede hablar de socialdemocracia fuera de ciertas zonas demográficas del viejo mundo? ¿Dónde están las clases medias ilustradas y activas en las sociedades del segundo y el tercer mundo?

Aun así, yo seguiré pensando/creyendo firmemente que el ser humano, al igual que todo ser inteligente, ha sido creado y procreado para conocer la verdad y vivir en la justicia.

Para mí, la realización de la utopía es el triunfo de la razón.