Artículos del día 16 de diciembre de 2016

Siria, dolor del mundo (Weltschmerz)

En 2011, una cadena de protestas contra el gobierno de Bashar al Asad en la ciudad meridional de Deraa enciende el fuego de la guerra civil. Un año después, el enfrentamiento se extiende a todo el pais, que queda dividido en un bando progubernamental y un bando rebelde. De hecho, eso significa la internacionalización del conflicto. Ahora éste  afecta a  países de Oriente Próximo y Oriente Medio y abarca desde Turquía hasta el Golfo Pérsico, desde Siria hasta Irán.

En 2014, Estados Unidos, secundado por Reino Unido y Francia, hace acto de presencia con acciones aéreas contra el Estado Islámico, aunque, al menos teóricamente, está en el bando de los rebeldes con Turquía y Arabia Saudita, lo que no siempre es fácil dilucidar, ya que en realidad se trata de una guerra de todos contra todos, sin frentes definidos ni bandos fijos y estables.

Teorías aparte,  estamos ante un conflicto geoestratégico de proporciones aterradoras en el que no pocos observadores insisten en ver el punto de partida de una más que posible nueva guerra mundial.

Conflicto geoestratégico que tiene  en el petróleo su combustible, moneda de cambio y munición.

Una vez más,   la población civil se lleva la peor parte. Hasta ahora unas quinientas mil personas, en su mayoría mujeres y niños, han muerto a causa de los bombardeos,  mientras que más de cinco millones han tenido que huir para salvar sus vidas y han buscado refugio en países limítrofes como  Líbano, Turquía o Jordania y, a partir de ahí, en Europa.

La crueldad y la magnitud de la tragedia obligan a hablar de genocidio, un genocidio que, a mi modo de ver, pesa de manera especial  sobre las  conciencias de los líderes políticos y los ciudadanos del llamado primer mundo.

Para mí, saberlo y verlo ya es delito.

Anonadado ante tamaño mysterium iniquitatis, hago mío el dolor del mundo (Weltschmerz).