Tres agujeros negros en el independentismo catalán
Entiendo que, en estos momentos, el independentismo catalán presenta, entre otros, tres agujeros negros en su estructura como proyecto de estado, y son: la corrupción del clan de los Pujol-Ferrusola, la bancarrota de la Generalidad y la entrega del poder a facciones políticas antisistema y filoanarquistas.
En mi opinión, esos tres agujeros, juntos y por separado, son más que suficientes para engullir y aniquilar cualquier proyecto político de una pretendida república catalana basado en la idea de ofrecer una vida mejor a todos y cada uno de sus afortunados ciudadanos.
Pienso que la sociedad civil de Cataluña, sobre todo la sección catalana, ha entendido que la corrupción del clan Pujol-Ferrusola es la corrupción de las cuatrocientas familias que históricamente han controlado la vida política, social y económica de este pequeño país.
Dado que el proyecto independentista es un proyecto de estado dirigido por la burguesía, cabe preguntarse, ya de entrada, ¿con qué dinero piensa financiarlo si ahora mismo la Generalidad está en bancarrota y se mantiene en pie gracias a la caridad del Estado opresor?
La entrega del poder, o al menos del protagonismo social, a facciones políticas antisistema y anarcoides es una maniobra cuyas consecuencias nos son conocidas por la historia. Esta nos dice que los miembros de la burguesía catalana huyeron a la carrera de los pistoleros anarquistas y pidieron auxilio a la derecha española. De eso hace ahora menos de ochenta años.
Parece que el Banco Sabadell lo recuerda.