Artículos del día 16 de abril de 2017

Nueva fase del separatismo catalán

Con un poco de optimismo podemos pensar que, tras la declaración oficial de la embajada de los Estados Unidos en España y la anterior toma de posición  de la UE, capitaneada por la pequeña Gran Alemania, ante el proceso secesionista, el separatismo catalán  ha quedado desacreditado y desautorizado aquende y allende el  Atlántico.

Falta ver qué dicen y hacen ahora piezas tan importantes en esta partida de ajedrez como son Rusia e Israel (1).

Las grandes empresas y las élites burguesas  de Cataluña ya sabemos dónde están y sobre todo dónde van a estar a partir de ese momento.

En cualquier caso,  considero que el Gobierno de España debería iniciar cuanto antes  la demolición  del  complejo y ambicioso entramado político, económico y social urdido por los separatistas a lo largo de más de medio siglo.

De hecho, la conjura sigue en pie y sus dirigentes políticos siguen  apostando por el enfrentamiento con el Estado español, que lo es de derecho y por derecho.

El pasado día 12, La Vanguardia publicó en su página 2  un texto en el que su presunta autora, una subalterna  llamada Lola García, exponía  las líneas maestras de la conjura secesionista.

Mensaje sucinto, encriptado, elíptico y capcioso, dirigido a todo el mundo  y a nadie pero, según ellos, sólo inteligible para los suyos.

Tal vez.

Por eso me permito decir ahora que hace algún tiempo expuse y di a conocer esa doctrina con el epígrafe de La envolvente catalana o cómo la parte se come al todo. No reclamo su paternidad sino su difusión como denuncia, dada mi condición de español antiseparatista.

Y, siguiendo con esa línea, me atrevo a pronosticar que, tras el rechazo internacional y las medidas que el Gobierno español deberá adoptar nolens volens, el separatismo catalán se reorganizará y buscará el apoyo de su base clientelar -funcionarios de la administración autonómica, docentes, clero y botigers-,  erigida en una falsa y nada representativa sociedad civil,  para afrontar la nueva situación, caracterizada por una guerra de resistencia  clandestina,  nunca violenta, aparentemente democrática   y por lo tanto siempre cara al separatismo más deslealmente auténtico.

Estoy convencido de que ese separatismo  no se rendirá; seguirá fiel a la línea histórica marcada por el juego, irreductiblemente doloso,  de la puta i la Ramoneta.

(1)

Tradicionalmente, entre los mejores jugadores de ajedrez del mundo siempre han abundado los judíos y los rusos o, si se prefiere, los judíos rusos y los rusos judíos.