Irredentismo catalán
Dentro de mi repaso de la historia reciente de Cataluña y su situación política actual, hasta ahora he abordado, de una manera u otra, los temas de la burguesía catalana, la dictadura burguesa de Cataluña y la envolvente catalana.
Me falta el cuarto y último –el irredentismo catalán–, del que quiero ocuparme en esta entrada, aunque, de momento, sea sólo brevemente.
Falto de una bibliografía específica y fiable, recurro, una vez más, a la intuición y fijo la mirada en el poso sedimentado en mi memoria tras décadas de lectura y observación de la cuestión judía.
Los judíos, pueblo a la vez elegido y perseguido durante siglos, consiguen finalmente, en 1948, formar un Estado independiente que es también patria y hogar real y/o ideal de todos los hijos de los hijos de Israel.
Por el contrario, si es lícito afirmar que hasta ahora, principios del siglo XXI, Cataluña nunca ha sido un Estado independiente, muchísimo más lícito parece afirmar que la parte independentista de la sociedad catalana, siempre minoritaria, ni ha tenido un Estado propio ni hoy puede aspirar a tenerlo por procedimientos realmente democráticos.
En mi opinión, de ahí arranca la dictadura burguesa de Cataluña entendida y vivida como manipulación fraudulenta y dolosa de su realidad social por parte de una minoría.
Y si el irredentismo en cuanto alienación social conduce a la frustración colectiva, hoy en día la imposición de una oligarquía por procedimientos contrarios a la democracia y el espíritu de los tiempos está condenada al fracaso.
Fracaso, delito, penalización.