Degradación del secesionismo catalán
Lo que empezó siendo el proyecto de una burguesía supremacista y en los primeros momentos se nos quiso vender como una manera de gestionar los asuntos de Estado más rigurosa y exigente en términos de moralidad y eficiencia, ha pasado a ser a los ojos del gran público, en cuestión de semanas, una conjura urdida por una banda de delincuentes con pocas luces y aún menos escrúpulos.
Imagino que muchas de sus tretas para eludir el acoso de los representantes de la Ley podrían pasar a formar parte del repertorio de timos y estafas practicados por maleantes de baja ralea. Pienso concretamente en el asunto de las urnas y la decisión de renunciar a su compra porque nadie de la Generalidad estaba dispuesto a firmar el pedido. De película.
Se comprende, pues, que cada día sean más las personas que denuncian la inconsistencia del proyecto secesionista, se alejan de él e incluso piden la suspensión inmediata del referéndum, probablemente convencidas de que, tras la acción de tanto desvergonzado y tanto irresponsable, la vergüenza caerá sobre todos los catalanes.
Añadir comentario