Estigma e irredentismo
A mi entender, la fórmula «reforma constitucional» tiene, por equívoca, el sello inequívoco del separatismo catalán.
Si nunca se nos explicó, por ejemplo, a dónde pretendía llevarnos el proceso, no se nos va a explicar ahora, por nuestra cara bonita, en qué va a consistir esa pretendida y largamente preparada reforma constitucional.
De hecho, los separatistas catalanes mienten,
los españoles sabemos que mienten.
Ellos saben que nosotros sabemos que mienten
y, aun así, los separatistas catalanes mienten.
En realidad, los separatistas catalanes mienten de manera sistemática, incluso cuando dicen la verdad.
¿Por qué? Pues sencillamente porque su intención es siempre engañar. Y, a estas alturas de su historia, no van a dejar la intriga y la mentira para empuñar las armas de fuego.
Esa es para mí la clave de su irredentismo.
Por lo demás, coincido con Prat de la Riba en que Cataluña, más que nación, es parte de una nación que nunca ha sido una realidad política, los Países Catalanes. Sí, sí, «de Lisboa al Ródano».
Así, pues, a seguir intrigando y mintiendo, hijitos.
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