Artículos del día 19 de septiembre de 2017

Del caos a la República de Cataluña y más allá

Entiendo que los separatistas quieren una legalidad propia y soberana para una  República de Cataluña soberana e independiente. Elemental y lógico, aunque no estoy de acuerdo ni con el objetivo perseguido ni con los medios empleados.

Su hoja de ruta responde a un plan elaborado durante décadas que parte de la consigna peix al cove y según ellos debe concluir con una declaración institucional del tipo Em arribat! Todo ello, perpetrado durante años con el sigilo y la deslealtad que caracterizan a los practicantes avezados e irreductibles de la política de la puta i la Ramoneta.

Así, después de declarar la guerra al Estado Español –naturalmente, una guerra sucia–, han iniciado la que podría ser la fase decisiva de su conjura presidida por el propósito deliberado y programado  de provocar el caos en las instituciones y en la sociedad civil,  hasta que  esas instituciones pierdan el control de la situación y la sociedad civil, extraviada  en un laberinto de legitimidades, entre en una guerra de todos contra todos.

Estoy convencido de que los separatistas quieren provocar el caos institucional y social porque, además de hacer perder su legitimidad a las instituciones del Estado,  es el terreno en el que mejor y más a gusto se mueven.

Ahí pueden poner en práctica todos sus ardides y utilizar todas sus armas. Ahí, los separatistas catalanes son prácticamente invencibles o, al menos, irreductibles.

En cualquier caso, una vez implantado el caos en todo el territorio español, los separatistas podrán proclamar unilateralmente  la República de Cataluña al grito de ¡sálvese el que pueda!

Lo que vendrá después será aún mucho más triste, si Dios no lo remedia, pues está previsto y programado que Cataluña, que inicialmente era la parte, se coma al todo, que ya no será el todo ni se llamará España.