Cataluña: estigma y destino
A mi modo de ver, los responsables del proceso secesionista catalán han alcanzado en los últimos meses niveles de indignidad y vileza en la gestión de los asuntos públicos que no tienen parangón en la historia reciente de Europa, incluida, claro está, la península Ibérica.
Parece imposible mentir tanto, con tanto descaro y con tan poco provecho propio.
¿Espejo y modelo para los ciudadanos de la República de Cataluña, empezando por sus escolares?
Yo los veo más bien como enemigos de Cataluña, pues en ellos se manifiesta una disparatada e irracional amalgama de perfidia e ignorancia.
¿Resultado previsible? El descrédito como estigma, el irredentismo como destino.
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