Problemas para el PP, problemas para España
A mi entender, los problemas del PP han ido acumulándose y, por lo tanto, agravándose con el paso del tiempo, entre otras razones, por la pasividad de su actual máximo dirigente, Mariano Rajoy, hombre con mentalidad de funcionario escandinavo y daltónico político.
Como partido del Gobierno de España, el PP se enfrenta hoy a una situación diabólicamente complicada, ya que debe hacer frente simultáneamente a sus problemas internos y, de manera especial, a ese problemón terrorífico que es para España y los españoles una Cataluña con todas sus instituciones en situación de rebeldía y en pie de guerra.
En primer lugar, el Partido Popular debe afrontar y resolver las gravísimas acusaciones de corrupción que pesan sobre sus representantes en Valencia y que la dirección nacional ha venido encubriendo/eludiendo sistemáticamente durante décadas.
Entiendo que si esa corrupción pesa todavía hoy sobre el Partido Popular en su conjunto se debe esencialmente a la postura de su líder, Mariano Rajoy. Para mí, a él se debe asimismo la pérdida no sólo de apoyo social a los populares en todo el territorio español sino también, y simultáneamente, el ascenso y el auge de Albert Rivera y su partido tanto en Cataluña como en el conjunto de España.
Parece ser que Ciudadanos está a punto de convertirse, si es que no se ha convertido ya, en el gran partido del centro derecha español, un partido -no lo olvidemos nunca- nacido en Cataluña y aún hoy vinculado primordialmente a Cataluña.
Como partido del Gobierno de España, el PP deberá afrontar y resolver igualmente el gravísimo problema catalán, pues me temo que para someter a los sediciosos no va a bastar con aplicar la letra del artículo 155 de la vigente Constitución, sino que habrá que aplicar también y sobre todo su espíritu con decisión, energía y contundencia, que es lo que, a mi modo de ver, se exige del Legislativo cuando considera que una ley es violada con perfidia, deslealtad y contumacia.
¿Que Tabarnia es una broma? Pues para mí los problemas de España en estos momentos ni son una broma ni se resuelven con bromas.