Eppur si muove…
Oficialmente, el separatismo catalán ha sido derrotado y sus principales cabecillas van a tener que comparecer ante la Justicia para dar cuenta de sus actos (presuntamente) delictivos en relación con la proclamación -fallida, no simbólica- de la república catalana.
Es cierto que los miembros de la Conferencia Episcopal Catalana habrían preferido que esos y otros presuntos sediciosos hubieran sido puestos en libertad, pero no parece que esta vez vaya a ser así. A lo mejor es que tienen que seguir mediando.
También es verdad que, al margen de pleitos y procesos, las organizaciones separatistas siguen en pie de guerra y actuando conjuntamente como una auténtica apisonadora social.
La bestia ha sido reducida, eppur si muove.