Aversiones y conjuras
Hay palabras que los separatistas catalanes, sean cuales fueren su nivel intelectual y su tendencia política, se resisten sistemáticamente a pronunciar y, en lógica correspondencia, prefieren no oír ni escuchar. Entre ellos, las ideas se expresan tanto o más por lo que se oculta que por lo que se muestra. En cualquier caso, las ideas nunca se exponen de manera unívoca y directa. Sería una traición y, curiosamente, no se entendería. Supongo que se trata de una aversión atávica con su consiguiente deformación psicológica.
Entre esas palabras están con toda seguridad:
Traición y traidor,
Cobardía y cobarde,
Deslealtad y desleal,
Hipocresía e hipócrita,
Mentira y mentiroso,
Conjura y conjurado,
Intriga e intrigante,
Perfidia y pérfido,
Astucia y astuto,
Franqueza y franco,
Lealtad y leal,
Sinceridad y sincero.
Heroísmo y héroe.
Lógicamente, toda persona interesada en el tema puede tratar de ampliar la lista hasta donde quiera. Si lo hace, tal vez consiga definir y delimitar el campo semántico que caracteriza el discurso socio-político de los separatistas catalanes y explica su irredentismo histórico como frustración colectiva.
Yo lo intenté y estuve a punto de perecer en el intento.
A la postre he vuelto a Wittgenstein y me he aplicado su consejo –guardar silencio cuando se considera que la palabra ha agotado su mensaje–, pues entiendo que el alma del separatista catalán es un abismo cuya sola contemplación me anonada.
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