La conjura catalana a juicio
Entiendo que los hechos programados y ejecutados por los dirigentes políticos de Cataluña en cuanto Comunidad autónoma española desde septiembre-octubre de 2017 hasta febrero de 2019 constituyen en su conjunto una conjura, ya que responden a un plan elaborado durante décadas y tienen por objeto último y capital subvertir por medios ilícitos el orden constitucional vigente en el Reino de España en cuanto Estado social y democrático de derecho.
Hitos determinantes de esa conjura son el referéndum de autodeterminación convocado por la Generalidad de Cataluña para el 1 de octubre de 2017 y la subsiguiente proclamación por esta instancia autonómica de la República de Cataluña.
En esa misma línea de subversión del orden establecido e infracción gravísima y deliberada de la Constitución española se inscriben las negociaciones llevadas a cabo en diciembre de 2018 entre Pedro Sánchez, jefe del Gobierno de España, y Quim Torra, presidente de la Generalidad, sobre el derecho de autodeterminación, negociaciones que por su contenido provocaron la caída del Gobierno de Pedro Sánchez y obligaron a éste a disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones.
Después de más de cuatro décadas de continuas intrigas, maniobras indignas y guerra sucia, España, abducida e inducida por los separatistas catalanes, se encuentra ante un panorama infernal.
Aun así, espero que al final se imponga el instinto de supervivencia, cuando no el sentimiento patriótico, y los españoles abandonen su pulsión suicida y opten por una convivencia basada en la lealtad y la defensa del Estado de derecho.
Predicar la paz y hacer la guerra no es el camino.