¿Pablo Iglesias como solución?
Dada la reacción de Albert Rivera ante la Operación Carreras en el seno de Ciudadanos, me inclino a pensar que Pedro Sánchez tendrá que aceptar a Pablo Iglesias como compañero de singladura, evidentemente en camarotes separados, y a los separatistas vascos en calidad de polizones y/o sobrecarga.
Dicen que la componenda o cambalache se inscribe en la geometría variable, concepto y término de moda en esta fase de la desintegración de España -nación y sociedad-, en la que sus partes se disgregan irracionalmente y después se agregan de manera aleatoria, necesariamente precaria e imprevisible.
Hace ya tiempo que el separatismo catalán, siempre atento a lo que pasa en España y siempre jugando a la puta i la Ramoneta, decidió tomar cartas en el asunto y se cuidó de adoctrinar al muy docto Pablo Iglesias y sus colaboradores directos explicándoles la filosofía separatista en una versión para españoles ilusos.
Así, Pablo Iglesias se pone al servicio de un movimiento burgués, a la vez antiobrero y antiespañol como es el separatismo catalán, y el muy zote no sólo no se entera sino que incluso está convencido de que ese movimiento trabaja para él y su causa.
Enigmas y estigmas de la geometría variable.