Podemos contra Pablo Iglesias
Podemos parece sumido en una crisis que puede entenderse como el punto final de un proceso que ha ido minando la salud de esta formación política desde su fundación en enero de 2014.
De sus fundadores sólo queda Pablo Iglesias, que ahora tiene que cargar sobre sus espaldas toda la responsabilidad de los resultados de la formación, inicialmente de extremo izquierda, en las elecciones del pasado 26 de mayo.
Los demás -Iñigo Errejón, Carolina Bescansa, Juan Carlos Monedero y Miguel Urbán, entre otros- han ido abandonando el partido, no su ideología, por motivos diferentes pero por una misma y una única razón: la personalidad de Pablo Iglesias.
La crisis es tan grave que se habla de refundación del partido, y los críticos apuntan de manera casi unánime a Pablo Iglesias como causante y responsable de ella.
Por eso, mientras unos hablan de refundación del partido, otros fijan los ojos en su dirección. Uno de estos es Ramón Espinar, que no sólo se opone a un posible pacto de gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez, preconizado por Iglesias, sino incluso a que éste siga al frente de Podemos, cargo que quiere y pide abiertamente para él.
Esperemos a ver qué queda del partido, de su ideología y, sobre todo, de su programa político y social.
Me inclino a pensar que la crisis va a provocar cambios profundos no sólo en Podemos y su organización interna sino también, y sobre todo, en toda la izquierda española y menos española.
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