¿Cómo se va a gobernar ahora España?
Siempre entendí que la creación y el desarrollo del llamado Estado de las autonomías marcaba fatalmente la desnaturalización de España como realidad histórica, social y política, y fijaba la hoja de ruta que debía llevarla a la desintegración a manos de los separatistas y sus compañeros de viaje.
Aunque no soy jurista comprendí que la existencia de diecisiete parlamentos significaba ipso facto la existencia de diecisiete legitimidades, en el bien entendido de que, conceptualmente, lo primero y más importante que hace todo Parlamento es autolegitimarse, dada su condición de Poder legislativo.
Para colmo de los delirios, los separatistas catalanes, que en un principio se veían como verdugos de España y beneficiarios de sus despojos, también están siendo engullidos por el caos autonómico, a pesar de toda su perfidia y deslealtad. Perfidia congénita, deslealtad atávica.
En estos momentos no quiero saber quiénes urdieron esa conjura monstruosa contra España y los españoles, sino ¿cómo se va a gobernar ahora España?
Esa es mi pregunta.