El monstruo separatista
En el espacio de cuarenta años y poco más, de trampa en trampa, de intriga en intriga y de traición en traición, los separatistas catalanes han conseguido atenazar a la población de esta región española y, acto seguido, lanzar su grito de rebelión y proclamar la República de Cataluña.
Ahora, cuando el monstruo separatista ha cobrado vida y amenaza gravemente la convivencia de todos los ciudadanos de Cataluña -separatistas y no separatistas-, considero obligado decir que todas esas agresiones a la convivencia responden a una conjura, por más que esta palabra haya sido estigmatizada con carácter preventivo por quienes la llevaron a cabo.
La deslealtad en los hechos se corresponde con la deslealtad en las palabras.
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