Los perritos de mi infancia y el perro de mi vejez
Quiero recordar que casi todos los perritos de mi infancia tenían cara de niño, y ahora, que soy viejo, se me pone a menudo cara de perro contra mi voluntad. ¿Por qué? Pues porque, antes que mentir, prefiero ladrar.
Artículo sobre Sin categoría escrito por el 1 de diciembre de 2019 y sin comentarios de momento.