La nueva actitud de la vieja burguesía catalana
Desde hace bastante tiempo se viene diciendo que el Gran Madrid supera en términos económicos a toda Cataluña.
Entre las causas del fenómeno se señala el mayor dinamismo empresarial de la capital de la Nación con una actividad centrada en el sector servicios, frente a una Cataluña excesivamente supeditada al sector automovilístico.
Para mí, la novedad radica en que, según un digital de acreditado prestigio, la burguesía condal, en su día gran motor de la economía catalana, «es una sombra de lo que fue. No sabe hacer negocios con las reglas del siglo XXI, y gran parte de ella ha vendido sus empresas y se ha transformado en rentista».
¿No era justamente eso -vivir como rentistas- lo que hacían tradicionalmente los grandes terratenientes de la España profunda, desde Castilla hasta Andalucía, pasando por Extremadura?