La trampa catalana de siempre, una vez más
Como el subalterno Pedro Sánchez va de «enterao» por la vida politica de este país, otrora llamado España, los separatistas catalanes, nada más iniciarse las conversaciones entrambos, le pidieron y obtuvieron de él, a toda prisa, el cumplimiento instantáneo de sus exigencias, empezando por las económicas/pecuniarias, a guisa de gesto de buena voluntad y requisito ineludible para seguir adelante.
Y, como era de esperar, el muy ignorante-ingenuo Pedro il bello cayó en la trampa.
Pero los separatistas, que a fuerza de mentir no engañan a nadie y además tienen asegurada la absolución en el confesonario de Montserrat, se apresuraron a recordarle que (risum teneatis, amici) no es ni honrado ni leal negociar asuntos tan transcendentes con prisas; que las democráticas conversaciones entre iguales se reanudarían, tal vez y en el mejor de los casos, a partir de enero del año vinent.
Entonces el subalterno se puso como un basilisco.
Y en esas están. Una vez más.
Moraleja
Si tratas con un catalán recuerda:
Si tú te dejas, él nunca se deja.
O, en otras palabras,
si tú cedes, él nunca concede.
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