Artículos del día 3 de enero de 2020

El ser o no ser de España: entre la envolvente catalana y la traición socialista

Entiendo que la envolvente catalana, nombre ideado por el que escribe y suscribe, responde a un esquema modular, básicamente siempre el mismo, y gracias a esta característica puede aplicarse y de hecho ha venido aplicándose  durante décadas, incluso simultáneamente, como recurso táctico y plan estratégico.

Para comprenderlo bastará con pensar por un momento, de una parte,  en el PSC, de Raventós a Iceta, y verlo a un mismo tiempo como gueto de charnegos y caladero de voto separatista, y, de otra parte, en el ominoso Estado de las autonomías, propugnado, dirigido y controlado  por Cataluña, al que, de acuerdo con la conjura rupturista y desintegradora en curso,  seguirá un conglomerado de autonomías, erigidas en naciones para la ocasión, bajo la égida de la República catalana,   pero sin España y, claro está, sin monarquía.

Y mientras los españoles de la Meseta duermen y nuestros socialistas, ni socialistas ni españoles, tienen que aceptar un pacto de sumisión con Podemos y abandonar toda esperanza de una alianza  con  el centro derecha socio-político  si no quieren perder total y definitivamente sus últimas señas de identidad como referentes de las izquierdas ibéricas, que pasarían inmediatamente, por la mismísima ley de la gravedad, a Podemos o, lo que en este caso es igual, a manos del ambicioso e indigente moral Pablo Iglesias.

Ambicioso e indigente moral, ávido de formar familia con el sector más insolidario de la burguesía catalana, siempre que se le asegure un cargo digno de su personalidad en la nueva república.

Y, si los españoles no nos tomamos verdaderamente en serio el ser o no ser  de nuestra Patria, cabe imaginar que, en pocas décadas,  de ella no quedará ni rastro.

Lo dicho, de nosotros depende el ser o no ser de España.

Barones socialistas: ni varones ni socialistas ni españoles

Entiendo que, a la hora de la verdad, los barones del PSOE han demostrado que no son ni varones ni socialistas ni españoles.

Fagocitados por el establishment  burgués de la buena vida y il dolce fare niente, los que  un día fueron jóvenes luchadores por la libertad no se han atrevido a comparecer ni ante los obreros socialistas ni ante el pueblo español en su conjunto para proclamar y defender  ideales históricos  siempre actuales.

¿Será la muerte del socialismo la muerte de España?