¿Fin de la ensoñación separatista?
Después de décadas intentando aparentar lo que nunca fueron, los dirigentes separatistas empiezan a cobrar conciencia de lo que son en realidad.
La imagen de una Cataluña ideal se está viniendo abajo por el peso de los hechos y una realidad inmisericorde.
En el espejo de esa realidad inmisericorde los dirigentes separatistas también podrán ver de ahora en adelante la imagen de todos y cada uno de ellos desprovista de los aditamentos de la cosmética política, o sea, tal como siempre fueron y, por lo tanto, tal como son.
Tengo curiosidad por ver qué queda de criaturas como Torra, Puigdemont y Junqueras, una vez sean despojadas de sus máscaras y transiten por la vía pública como simples mortales.
Aunque también es posible que no se atrevan a salir a la calle.