El separatismo catalán como problema grave y acuciante para Europa
Confieso que la convocatoria organizada el sábado, 29 de febrero, en Perpiñán por los separatistas catalanes me ha producido una profunda preocupación por sus proporciones.
No me lo imaginaba.
Considero que a partir de ese momento habrá que empezar a aceptar que el separatismo catalán es un problema muy serio no sólo para España sino también para Francia.
La pregunta es ahora: ¿qué nación de la vieja Europa será la siguiente víctima de un movimiento desintegrador nacido en su seno?
En mi opinión son varias las naciones que están en peligro de engrosar la lista encabezada por España. Pienso no sólo en el Reino Unido con Gales y Escocia, sino también en la mismísima Alemania con Baviera y su lema histórico Freier Staat Bayern (Estado Libre de Baviera), así como en los Länder de la extinta República Democrática Alemana nunca integrados plenamente en la Alemania actual y siempre descontentos con la dirección de la Bundesrepublik (República Federal).
A estos posibles/probables focos de tensiones centrífugas habría que sumar lógicamente el laberinto italiano y el volcán balcánico.
Eso para empezar.