A la independencia de Cataluña por la vía de los referéndums
Parece ser que influyentes sectores del independentismo catalán apoyan cada vez con más fuerza y convicción la línea táctica basada en la celebración de referéndums convenientemente programados y escalonados, que, según ellos, conduce indefectiblemente a la independencia.
De acuerdo con el dictamen de sus futurólogos, el procedimiento, como clave táctica, permite mantener el control de la situación en cada momento y aumentar los porcentajes de adhesión, no necesariamente de participación, sin provocar, como efecto no deseado, reacciones del sector español en forma de una implicación mayor y más convencida.
En mi opinión, el secreto de esta táctica y su posible éxito radica en mantener la dictadura encubierta que la burguesía ha impuesto en esta región española más que región y, a partir de ahí, seguir avanzando paso a paso sin soltar prenda.
Ellos dicen, y es de suponer que también creen, que con un cincuenta por ciento de los votos más uno ya pueden reclamar la independencia. Entienden que para ello deben aumentar la participación ciudadana, pero no tanto que pueda hacer peligrar el invento. Con sesenta y cinco por ciento va que chuta.
A mi modo de ver y entender se toma como punto de partida una situación ilegítima por fraudulenta, pero el hecho cierto y objetivo es que esa situación ilegítima y fraudulenta se mantiene en Cataluña desde hace más de cuarenta años:
¿Sirve de algo que yo declare públicamente que, en mi opinión, todas las instituciones autonómicas de Cataluña son ilegítimas e ilegales en su origen?