Sobre la teoría de las ventanas rotas
En 1969, el psicólogo Philip Zimbardo realizó una serie de experimentos sobre comportamientos sociales que, junto con otros de diversa naturaleza pero presididos por la misma finalidad, dio origen a la teoría de las ventanas rotas formulada por James Wilson y George Kelling.
En una primera prueba, Zimbardo dejó un coche visiblemente deteriorado en una calle de un barrio marginal y al cabo de algunas horas pudo comprobar que el vehículo había sido vandalizado sin miramiento.
Acto seguido realizó una segunda prueba con otro coche, también en precario estado de conservación, que estacionó en una zona urbana habitada por familias pudientes. El coche no sufrió agresión alguna hasta que el psicólogo decidió dar un paso más y lo dañó deliberadamente de manera ostensible. Al cabo de pocas horas el vehículo estaba en el mismo estado que el que había utilizado en su primera prueba.
Mi experiencia al frente de la Casa de los junquillos -casa de vecindad con unos veinte inquilinos- confirma básicamente los resultados dados a conocer por Philip Zimbardo en su experimento y después por James Wilson y George Kelling en su teoría de las ventanas rotas.
Creo que en cuarenta años nunca me he encontrado con una ventana rota de manera deliberada y hoy puedo afirmar que, en líneas generales, los inquilinos siempre han respetado el orden y la limpieza que se les ha ofrecido desde el primer día.
Moraleja
Las conductas sociales incívicas se contagian con facilidad, pero las conductas sociales cívicas también se aprenden.
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