Perdidos en el laberinto
Jordi Juan, director de La Vanguardia, órgano oficioso del catalanismo burgués institucionalizado, comenta hoy el panorama socio-político de esta futura región española -¡sólo región!-, llamada y escrita Cataluña, ante las improbables elecciones del 14 de febrero próximo.
Lo hace a vuelapluma y desde la distancia, pues declara: Todos parecen perdidos en el laberinto.
Entiendo que «todos» son todos ellos. Él ni está con ellos ni pertenece a su colla.
Parece ser que, como hombre previsor y enterado, Jordi Juan se ha apartado a tiempo de la caterva de irresponsables que están llevando el país, su país, a la ruina económica, política y social. Sobre todo económica, que para un burgués catalán no es la ruina más temible pero sí la más temida.
Él, como director de La Vanguardia, no quiere estar ni un minuto más en el bando de los perdidos y perdedores.
En mi opinión, esa idea, convertida en consigna, podría marcar la evolución y consiguiente posición de la burguesía condal en un futuro inmediato.
Con y sin elecciones, pues parece obligado pensar que seguiremos sumidos en la ciénaga durante algún tiempo.
¿Ciénaga? ¡Sí, la ciénaga catalana!
¿Todos? ¡Sí, todos los españoles!