Los presos del procés y la Justicia del Estado de derecho
La Generalidad de Cataluña, siempre atenta a mitigar las penas y penalidades de sus hijos predilectos, se apresuró a aplicar el tercer grado a los políticos catalanes condenados por el procés y el jueves, 28 de enero, los puso en la calle con el propósito manifiesto de que participaran de manera activa en la campaña de las próximas elecciones autonómicas, pero la Fiscalía reaccionó inmediatamente revocando la medida, a la que la Generalidad contestó a su vez devolviendo o intentando devolver los presos a la calle.
Y en esas deben de estar ahora jueces del Estado y políticos de la acera de enfrente.
Por ese motivo y teniendo en cuenta tanto lo que hemos vivido en Cataluña como lo que, más que probablemente, tendremos que vivir, tal vez sea conveniente acuñar un término para definir con claridad la situación generada e implantada en esta región española tras el tira y afloja entre la Generalidad de Cataluña y la Fiscalía o, por mejor decir, entre la Justicia del Estado de derecho y el gobierno de esta comunidad autónoma.
Para cubrir ese vacío propongo el término de catalanización de la Justicia, una catalanización hecha de todas las trampas legales, lingüísticas y semánticas imaginables, como corresponde a sus practicantes y defensores, los separatistas catalanes.
En ese medio estas criaturas de Dios se mueven como pez en el agua.
En cualquier caso, considero que la Justicia debe exigir el cumplimiento de las penas de acuerdo con las sentencias de los jueces, pues la experiencia nos dice que si se dejan arrastrar al terreno de la catalanización tienen la batalla perdida, aunque sólo sea por cansancio y/o aburrimiento.
En estos territorios las trampas semánticas no cuentan negativamente y la elipsis es sin duda uno de los grandes y secretos recursos dialécticos de los mensajes políticos de los separatistas, como puede verse, por ejemplo, en Lo volveremos a hacer (sin decir qué), Procés (sin objeto ni objetivo), Independencia (sin mencionar «de Cataluña»).
¿Ocultar deliberada y reiteradamente una parte (esencial) de la verdad en un mensaje político es mentir y/o engañar?
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