¿Última fase de la Envolvente catalana?
Entiendo que la Envolvente catalana es un plan para apoderarse de España, desnaturalizarla y, acto seguido, catalanizarla. El resultado final previsto y perseguido por sus padres intelectuales y sus promotores es la suplantación de España por Cataluña, una España que, tras ser despojada de su identidad con sus atributos nacionales y ser reducida a la impotencia, cae víctima de una Cataluña desleal erigida en república soberana.
De acuerdo con lo visto y lo vivido por los españoles en los últimos cincuenta años, la Envolvente catalana, en mi opinión obra suprema de la perfidia separatista, ha consistido en apoderarse furtiva y sigilosamente, una tras otra, de todas las instituciones de decisión y representación de esta región española y, acto seguido, instaurar en ella una dictadura en un primer momento encubierta y siempre rabiosamente catalanista, al margen de España en cuanto Estado de derecho, pero, de acuerdo con la fórmula fenicia, a un mismo tiempo fuera y dentro de ella.
Dada su estructura modular, la Envolvente catalana puede verse también como un recurso táctico-estratégico y aplicarse en módulos temporales y/o espaciales. De hecho, los separatistas catalanes han venido practicándola e imponiéndola de manera escalonada y por vía de los hechos consumados en el ámbito geográfico, social y político de su región, desde hace más de cuatro décadas, aunque sus primeras actividades se remontan al tardofranquismo y entonces éstas aparecían disfrazadas de activismo religioso.
El hecho cierto es que Cataluña, dominada totalmente por lo separatistas, tiene hoy un gobierno propio (govern) con instituciones propias, competencias propias actividades propias y, lo que es infinitamente más grave, jurisdicción propia.
Todo ello hace de Cataluña un espacio político que, por un lado, escapa al control del Estado español y de forma progresiva queda vedado a los españoles, mientras que, por otro lado, permite que esos mismos catalanes puedan seguir moviéndose libremente por toda España, acceder a sus instituciones y ocupar cargos de responsabilidad en ellas.
Eso es justamente lo que, a mi entender, nuestros desleales compatriotas llevan décadas tramando y perpetrando. Ahora, dominada y controlada totalmente Cataluña, se dedican a crear e impulsar focos separatistas en todo el resto de España con el propósito deliberado de desnaturalizarla, convertirla en tierra de nadie, ocuparla, colonizarla y, en última instancia, suplantarla.
Nuestra izquierda colabora libre y gustosamente desde hace años en el plan separatista y, por lo tanto, es también responsable de un delito de traición a la Patria, delito que, en mi opinión, los españoles no debemos consentir.
Ignominia de ignominias,
la destrucción de España y su suplantación por Cataluña
dirigidas por españoles y financiadas con dinero español