Bárcenas, el «mandao»
En mi opinión, el Caso Bárcenas, o como quiera llamárselo, es asunto complicado y, a estas alturas de la historia, difícil, acaso imposible de dilucidar y resolver.
¿Corrupción? Todo parece indicar que la hubo, y grande y prolongada. Y, lo peor de todo a mi entender, estuvo organizada e institucionalizada. En cualquier caso pienso que si encubrirla es malo, pues probablemente va a pesar por tiempo indefinido sobre sus responsables y sobre el partido en su conjunto, proporcionar munición a los que quieren destruir a España no es una alternativa menos mala.
Personalmente propondría como fórmula para liquidar el asunto que cada uno de los implicados asumiera a título personal la parte de responsabilidad y culpa que le corresponde.
En ese supuesto imagino que Bárcenas, como «mandao», no sería ni el único ni el primero de la lista.
¿Hay alguna otra solución? Parto de la base de que dejarlo todo en manos de quienes quieren destruir España sirviéndose de un delito de corrupción cometido por su partido más representativo es la peor de todas.
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