¿España en su última derrota?
Parece ser que los separatistas de ERC han decidido aparcar nominalmente la independencia (de Cataluña) unos cuantos años para concentrarse en tres objetivos fundamentales: el desmantelamiento de España, hasta su total destrucción, el empoderamiento de Cataluña, hasta dotarla de estructuras de Estado propias, y, por último, la suplantación de España por una Cataluña constituida en el único Estado soberano de nuestra atormentada piel de toro.
Estos tres objetivos fueron elaborados, acordados y fijados, ya antes de la implantación de un sistema político supuestamente democrático en España, por nuestros siempre desleales separatistas y sus aliados internos y externos. El Estado de las Autonomías, fruto de una conjura infame, es su sentencia de muerte. España deja de existir como Estado histórico y unitario para dar paso a un conglomerado de territorios arbitrario y anárquico.
Merced a la Constitución de 1978, los separatismos vasco y catalán quedan integrados en la nueva estructura político-administrativa con rango de nacionalidades históricas. ¿Y dónde está Castilla, semen de España?
No hay Estado, no hay Nación, no hay Patria.