España: sueño y realidad
Me arrogo el tristísimo y muy doloroso honor de haber visto y vivido la destrucción de España (probablemente) antes que quienes, después de más de cinco décadas de intrigas y conjuras, están ahora manos a la obra.
Fue en un sueño, un sueño de una noche invernal del tardofranquismo. Supongo que hace ya unos cincuenta años. De repente me despierto, me incorporo y grito: ¡Hay una conjura para destruir España!
Desde entonces, cada paso en el proceso de desintegración–destrucción de España desde la derecha, desde la izquierda y, lo que es más lacerante, desde el Gobierno de la Nación ha sido para mí algo visto y vivido.
Hasta hoy.
¿La traición de los separatistas catalanes? Algo sabido y siempre temido.
¿Y la cobardía de los españoles, incluida mi propia cobardía? ¡Algo inconcebible!
Próximos objetivos de nuestros nuevos confederados
1) Acabar de una vez y para siempre con la Monarquía por lo que tiene de símbolo de unión de España y los españoles.
2) Acabar de una vez y para siempre con el Ejército Español y con él de todo intento de resistencia y rebelión de determinadas instituciones y de la sociedad civil ante la destrucción de España.
3) Proclamar la Confederación peninsular bajo la égida de la República de Catalunya.