Entiendo que en España hay, desde hace bastante tiempo, tres grandes fuerzas políticas: el PP a la derecha, el PSOE a la izquierda y la burguesía catalana, que no es un partido pero sí una fuerza política ubicua y, en la práctica, determinante.
Tan ubicua y determinante es la burguesía catalana, que cuando el PSOE quiere gobernar y necesita apoyo en forma de votos corre a pedírselos a ella, en vez de dirigirse al PP y proponerle –¡¿exigirle?!– un pacto de Estado como, en mi opinión, podría y debería.
Así, esa burguesía que se ha propuesto no sólo amputar una de sus regiones a España sino incluso destruirla y suplantarla como único Estado soberano en toda la piel de toro es de hecho, ya ahora, un elemento imprescindible para su gobernabilidad.
¿Y también para su existencia?
Considero que una de las personas idóneas para contestar adecuadamente a esta pregunta es Enric Juliana, polímata de estirpe púnica con aspiraciones de ministro plenipotenciario de la República de Cataluña ante la Unión Europea y conocedor profundo del plan táctico-estratégico bautizado en este predio virtual con el nombre de Envolvente catalana.
Para mí, en esa fórmula está contenido el futuro de España, pero, lamentablemente, cuando un gobernante español la conozca y la entienda será ya demasiado tarde.
Por lo que sé, la Envolvente catalana no tiene vuelta atrás. Una vez ejecutada no habrá ni un solo documento a nombre de España.
Palabra de Ramón Ibero.
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Sin categoría escrito por el 22 de noviembre de 2021 y
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