Artículos de enero de 2022

Separatistas y españoles

Entiendo que los separatistas catalanes mienten,

los españoles sabemos que mienten,

ellos saben que nosotros sabemos que mienten

y, aun así, los separatistas mienten

y, probablemente, seguirán mintiendo.

De hecho, los separatistas catalanes mienten  incluso cuando dicen la verdad.

¿Por qué? He aquí dos razones.

Primera razón, porque –siempre en mi opinión–  su autoconciencia de pueblo perseguido y pueblo elegido les dicta y enseña que, por regla general, las influencias y los mensajes que les llegan de fuera constituyen y/o contienen  agresiones a su identidad.

Segunda razón. Por su idiosincrasia o tarannà, nuestros separatistas prefieren siempre la negociación en cualquiera de sus modalidades a la violencia en  cualquiera de sus formas.

En realidad, esa es la vía preferida por los más fuertes en lo intelectual y más débiles en lo físico.

Además, para ellos, la negociación responde a una actitud civilizada, democrática y en definitiva moral, frente a la violencia, que es por definición salvaje, destructiva, en este caso autodestructiva y en definitiva inmoral. Y como es sabido y comúnmente aceptado, engañar al interlocutor de palabra o de hecho pertenece a la esencia de toda buena negociación.

El idiolecto de los separatistas catalanes como comunidad lingüística contiene incontables y elocuentes  ejemplos de su filias y sus fobias en el ámbito socio-político.  De hecho, el discurso de sus representantes gira indefectiblemente en torno a términos como diálogo, pacto y negociación, mientras que en ese mismo discurso se aprecia una clamorosa y, para mí, insultante por deliberada ausencia de términos como España, Constitución y Estado de derecho, a los que se pueden añadir  innumerables términos de cuño socio-histórico, empezando por los pares lealtad/deslealtad, traición/traidor, cobardía/cobarde.

Pedro Sánchez: tres escenarios, tres decisiones, un comentario

1º. Ante el conflicto ruso-ucraniano, Pedro Sánchez, jefe del Gobierno de España, decide enviar dos buques de guerra a la zona.

2º. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, se reúne con los líderes políticos de los principales países europeos para hablar de la crisis suscitada por Rusia y Ucrania.

3º. Los presidentes de Francia y Alemania mantienen conversaciones y, de común acuerdo, advierten a Rusia que su intervención en Ucrania puede tener consecuencias graves.

1ª. A mi entender, la decisión de enviar dos buques de guerra a la zona por parte de Pedro Sánchez se basa en que él ve la situación como una campaña electoral y quiere ser el primero y en definitiva marcar la línea que han de seguir los demás líderes políticos.

2ª. Como español considero que  la decisión de no contar con Pedro Sánchez por parte de Biden es una ofensa a éste como persona pero sobre todo a España en su conjunto. En el concierto de  las naciones somos poca cosa y contamos poco.

3ª. Las conversaciones entre Macron y Scholz, representantes respectivos de Francia y Alemania, en torno a  la crisis y sus repercusiones económicas y políticas para Europa, se pueden entender como un nuevo agravio a España, ya que en esta ocasión tampoco está presente nuestro jefe de Gobierno.

1º. A pesar de ello o precisamente por ello, me inclino a pensar que Pedro Sánchez seguirá creyendo que él es el gran hombre de Estado y estratega de nuestro tiempo.

 

¿El miedo nos salvará?

En estos momentos espero que el miedo a una catástrofe mundial impida  que los dirigentes políticos de los países implicados directamente en el conflicto ucraniano tomen una decisión fatal, aunque nunca se puede descartar un error de cálculo, mínime en una situación tan difícil y complicada como la actual.

Entiendo que Estados Unidos siempre ha procurado cercar a Rusia y, a ser posible, despojarla de los satélites  que la protegen y engrandecen, mientras que Rusia siempre ha desconfiado, incluso abiertamente, de la política armamentística y expansionista (imperialista) de Estados Unidos.

En mi opinión, las dos grandes potencias con sus respectivos satélites y zonas de influencia siempre han jugado y siguen jugando sucio.

Para mí, la gran diferencia con respecto al pasado está en que ahora rige la sentencia bélica: objetivo visto, objetivo destruido.

Mi pregunta es pues: ¿NOS SALVARÁ ESTA VEZ EL MIEDO?

 

La cantonización de España y el cinismo púnico

La Vanguardia de hoy, 29-1-22, publica un artículo titulado La «cantonización» de España.  Su autor, Juan-José López Burniol, es un burgués catalán que ha hecho carrera y ha medrado al amparo de la burguesía catalana, sus instituciones y sus intereses.  Eso significa, al menos para mí, que sabe muy bien de qué va el asunto, de manera especial en Cataluña. Por esa y otras razones quedo «pasmao» al leer cosas como: «Crece día a día una erosión institucional que comienza ya a minar la estructura del Estado». Sí, señor López Burniol, esa erosión institucional de la que usted habla es un fenómeno natural, tan natural como la lluvia, pero para mí, español residente en Cataluña, lo suyo es cinismo púnico.