Vivir la muerte
Cuando estoy a punto de cumplir 89 años decido abandonar la lucha y disponerme a vivir mi muerte. Tengo Alzheimer y algunas de sus secuelas más comunes, como fallos de memoria y alejamiento respecto de la realidad inmediata. Todo, sabido y conocido. Quiero pensar que no tengo ni odio ni rencor, tampoco angustia. Los trajines de mi entorno no me afectan o, al menos, eso quiero creer. Soy un espectador.
Artículo sobre Sin categoría escrito por el 15 de febrero de 2023 y sin comentarios de momento.
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